Mariasun Landa Extebesteri buruz
Mariasun Landa Etxebeste (Renteria, 1949)
Mariasun Landa Etxebeste (Rentería, 1949) en sin duda la escritora más representativa del panorama literario infantil y juvenil en lengua vasca, y una de las plumas más reconocids y respetadas del Estado español. Asimismo, su proyección internacional es patente, con un buen número de obras traducidas a una decena de lenguas.
Landa es una autora de escritura pausada, que no cede fácilmente a la tentación de un mercado que demanda textos sin cesar. Por ello, cada vez que se presenta ante su público con un nuevo libro, es saludada y excelentemente acogida tanto por la crítica como por sus lectores.
Obtuvo su primer gran éxito con Karmentxu and the Little Ghost (1984, Premio Lizardi), la historia de una niña solitaria que inventa un pequeño fantasma que le ofrece amistad, consuelo y lealtad, incluso después de ser ingresada en un centro psiquiátrico. Con esta obra, Mariasun Landa puso a la LIJ vasca en el camino de la modernidad, al situarse en las coordenadas del realismo fantástico, ya cultivado por otros autores europeos de vanguardia.
Años más tarde, en 1988, publicó Iholdi, otro de los grandes hitos de su carrera. Dentro del marco teórico de las propuestas de Italo Calvino en Six Memos for the Next Millennium, la autora desarrolla una escritura minimalista, basada en la economía y la concisión, dotada de una levedad formal que contrasta con la profundidad del contenido de sus textos, que funcionan por medio de potentes imágenes aparentemente inconexas, a la manera de un espejo roto que cada lector puede recomponer a su manera.
A partir de los años de 1990, desarrolló dos líneas narrativas bien diferenciadas. Por un lado, una serie de historias juveniles que tienen como trasfondo el divorcio de los progenitores o la llegada a sus vidas de nuevas parejas de los mismos: Tu mano en la mía (1995) y Cuando los gatos se sienten solos (1997).
La segunda línea, dentro de la literatura infantil, propone historias que giran en torno a diversos animales, y ya se había iniciado en 1988 con The Dancing Flea, la historia de una pulga que sueña con hacerse famosa en el mundo del circo. La búsqueda del calor del reconocimiento es un tema recurrente de la autora, y vuelve a aparecer en Marlene y el taxizapato (2002), la historia de una famosa gata cantante en declive que anhela recuperar la fama de antaño. Otras narraciones de este grupo son El patito y el sauce llorón (1997), un diálogo entre un pato que desea ser submarinista y un árbol que busca la felicidad; y Elefante corazón de pájaro (2001), un texto situado en la selva, que nos presenta una variedad de elefante especialmente sensible y misteriosa.
La obra que parece cerrar el citado ciclo, Un cocodrilo bajo la cama (2002, Premio Labaien), es merecedora de una mención aparte. Por un lado, supone la incursión de Mariasun Landa en el segmento de la literatura para jóvenes adultos; por otra, entronca con Karmentxu and the Little Ghost en el planteamiento de patologías psicológicas, en este caso la depresión de J.J., que se encarna en forma de un cocodrilo devorador de zapatos que cree tener bajo su cama, y que sólo desaparecerá cuando J.J. conoce a Elena, cuyos cocodrilos domésticos comían relojes de pulsera.
El viaje es otro de los recursos que articula muchas de las narraciones de M. Landa: el viaje de la pulga Russika, el viaje nocturno de la gata Marlene, o el largo periplo de El calcetín suicida (2001) desde el tendedero del viejo Plinio a través de diferentes “mundos” urbanos.
La variedad y complejidad de las técnicas narrativas utilizadas por Landa está acorde con la modernidad de sus temas. Se sirve casi siempre de puntos de vista intradiegéticos y voces en primera persona en sus combinaciones más insospechadas (el narrador de Mirentxu and the Little Ghost es el propio fantasma -fruto de la imaginación de la niña- ). También utiliza el flash-back en obras como la ya citada o en Cuando los gatos se sientes solos (en la que desde el principio se anticipa el desenlace); además de las ya mencionadas estructuras fragmentadas, en las que cobra gran importancia la participación del lector, al igual que en los finales abiertos, a los que recurre la autora con cierta frecuencia. Los inteligentes juegos intertextuales están también muy presentes en obras como Julieta, Romeo y los ratones (1994), La bruja y el maestro (2000), El patito y el sauce llorón (1997), Elefante corazón de pájaro (2001).
Los premios recibidos por Mariasun Landa en el ámbito de la lengua vasca (premios Euskadi, Lizardi, Labaien) dieron paso a reconocimientos nacionales e internacionales, tales como el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, su inclusión en los “White Raven” y su inclusión en varias ocasiones en la Lista de Honor del IBBY o la actual nominación como candidata al premio Andersen en representación del Estado español.
Jose Manuel López Gaseni
Universidad del País Vasco
Dpto. de Didáctica de la Lengua y de la Literatura
Universidad del País Vasco